Rejuvenecimiento de la piel

Rejuvenecimiento de la piel

Los tratamientos antienvejecimiento representan actualmente alrededor del 50% de todos los tratamientos estéticos. En medicina, existen numerosos métodos, incluidos varios procedimientos quirúrgicos. Sin embargo, muchos pacientes prefieren métodos menos invasivos. La demanda de estos métodos no invasivos para mejorar eficazmente la estructura de la piel sin tiempo de reposo está aumentando fuertemente. En este sentido, los láseres ofrecen diversas opciones en función de las necesidades de los pacientes. Los láseres con diferentes longitudes de onda y longitudes de pulso se han establecido para el rejuvenecimiento de la piel.

Con un láser ablativo, fraccionado, se puede seccionar la piel de forma controlada. La cicatrización de la herida conduce a una mejor estructura del colágeno, a la reducción de las pequeñas arrugas superficiales y a la eliminación de las manchas de pigmentación en la epidermis, es decir, a un aspecto más joven de la piel. Los láseres de erbio y de CO2 se han utilizado con éxito para el rejuvenecimiento de la piel durante muchos años. Combinan la regeneración de la piel y la formación de colágeno con una rápida cicatrización de las heridas, con el apoyo de la piel no tratada y, por tanto, con un riesgo muy bajo de efectos secundarios. Las arrugas y las cicatrices se reducen eficazmente. Los poros se hacen más pequeños y la pigmentación de la piel más uniforme, lo que también contribuye a mejorar el aspecto de la piel.

Mientras que las arrugas pueden reducirse bien con la ayuda de los láseres ablativos, existen otros muchos problemas dermatológicos, por ejemplo, trastornos de la pigmentación, daños solares, acné o piel de poros gruesos, que afectan a la tez y pueden tratarse con un láser de diodo. Este permite calentar la epidermis con una longitud de onda de 810 nm, lo que estimula la producción de colágeno, aumenta el metabolismo y mejora el aspecto de la piel (estiramiento de la piel, reducción del tamaño de los poros), aclaración de la pigmentación y reducción de pequeñas arrugas).

Los láseres pico y nano se utilizan para el tratamiento no invasivo e indoloro de arrugas, líneas, cicatrices y discromías. Los láseres emiten pulsos de energía ultracortos y crean un efecto fotomecánico. Esto rompe los pigmentos en pequeñas partículas que el cuerpo puede descomponer más fácilmente a través del sistema linfático. Además de la despigmentación, el láser también penetra en las capas más profundas de la piel y estimula la formación de colágeno y elastina, lo que provoca la renovación de la piel y mejora su textura. Las zonas sensibles de la cara, los ojos, el cuello y el escote, así como el dorso de las manos, pueden tratarse con especial delicadeza y eficacia.